La Violencia intrafamiliar en la cuarentena ha aumentado
exponencialmente en todo el mundo, en algunos países ha aumentado un 200%. Las
llamadas a los números de emergencia y a la policía por las agresiones en el
hogar, también se ha elevado un 100%.
¿Cuáles son las causas de este aumento de violencia en la cuarentena?
Este lamentable aumento de la violencia familiar es
multifactorial, por eso es complicado encontrar una causa única, y por lo mismo
una sola solución. Algo que ha quedado muy claro desde un inicio es que la
violencia ya venía desde antes, pero se ha incrementado rápidamente.
El encierro y el miedo son detonantes de muchos tipos de ansiedad,
pero por sí solos no deben llevar a la violencia. Pero el acceso total a
bebidas alcohólicas, estupefacientes y medicamentos controlados, han ayudado a
desatar la violencia que ya existía en muchos hogares.
A esto hay que añadir la poca o nula acción de las autoridades
locales, la sociedad y la propia familia, quienes muchas veces ignoran o
justifican la violencia. Es precisamente por el conocimiento de los victimarios
de que no habrá respuesta de las autoridades, en parte debido a la emergencia
sanitaria, que aprovechan para vulnerar a sus víctimas.
¿Quiénes son las víctimas de la Violencia en la cuarentena?
Las víctimas mayoritarias de la violencia intrafamiliar son
mujeres y niños, pero un número creciente de ancianos y adultos desvalidos han
sido violentados por sus hijos. La mayoría de las víctimas de esta agresividad
ya vivían situaciones de violencia intrafamiliar, pero el confinamiento por
Covid-19 junto con otros factores ha desatado más agresiones.
La mayoría de las denuncias por violencia son realizadas por
mujeres, y dichas denuncias se hacen solo cuando la violencia física o las
amenazas son insoportables. Es decir que muchas de las víctimas de violencia
denuncian solo cuando los niveles de agresividad ponen en riesgo su vida.
Esto dificulta mucho las respuestas por parte de las
autoridades y cuerpos de seguridad, pues en ocasiones actúan demasiado tarde, y
las víctimas fallecen. Esto es aprovechado por los victimarios, quienes
aprovechan la pandemia de Coronavirus y el hueco de seguridad que hay, y quedan
impunes.
Otras víctimas igual de importantes son los niños, pues al
estar en total disposición de sus agresores, sufren más abusos. Los padres,
tutores y otros familiares descargan su estrés e ira con los niños,
especialmente con abusos sexuales, golpes y maltratos.
¿Qué hacer ante la Violencia familiar?
1- Nunca justificar la violencia ni el abuso
Debe quedar muy claro que en ningún caso se justifica la
violencia ni las agresiones físicas, ni hacia los niños, ni a las mujeres, los
ancianos o entre hombres. Ningún tipo de violencia física o abuso debe ser
tolerado, ni siquiera como supuestos correctivos infantiles.
2– Identificar las señales de violencia
- Insultos
- Burlas
- Tocamientos (Especialmente en niños)
- Relaciones sexuales forzadas
- Humillaciones
- Golpes
- Azotes
- Amenazas
- Violaciones
- Celos
- Prohibiciones
- Secuestro
- Encierro y aislamiento (tanto de amistades como de la propia familia)
1- Actuar inmediatamente
Ante los primeros signos de violencia o abuso se debe poner
un alto a las agresiones y preferentemente alejarse del agresor, sea este
hombre o mujer. Debido a la cuarentena es complicado alejarse del agresor,
especialmente si se está encerrado con él o ella.
2- Buscar un lugar seguro
En esos casos lo mejor es tratar de buscar algún otro lugar
seguro donde quedarse, amigos o familiares, incluso centros y albergues.
También es importante que una vez alejados del o la agresora o agresor, no regresar, no se debe volver con el agresor. Muchas veces por chantaje
emocional o extorción, las personas regresan y es cuando la vida corre mayor
riesgo por venganzas.
3- Denunciar ante las autoridades, familiares y amigos
Así que en la medida de lo posible hay que denunciar, aunque
sea por teléfono o mediante algún vecino o familiar las agresiones sufridas. En
ocasiones la policía necesita precedentes para actuar más rápido, pues ya se
tendrán informes del agresor. Así que vídeos, fotografías y audios recabados
(con mucha discreción) pueden usarse como prueba si los abala el ministerio
público.
También es válido denunciar en redes sociales las
agresiones, igualmente con videos, audios y fotografías, pues así hay evidencia
de lo que pasa. Pero dicha denuncia en redes siempre se debe acompañar con una denuncia real con la policía o
ministerio público.
4- Buscar asesoría de profesionales
Existen ONG que apoyan a víctimas de violencia de género e
intrafamiliar, también secretarías y asociaciones de gobierno. Entre ellos hay
abogados, médicos, psicólogos y psiquiatras que ayudan a las personas víctimas,
tanto con asesorías
En países como México, debido al enorme incremento de la
violencia de género e intrafamiliar en la cuarentena, ahora es el agresor el
que debe permanecer fuera del domicilio. Pues es él o ella quienes destruyen la
paz en la familia.
Generalmente una persona violenta lo sigue siendo con el
tiempo, es erróneo y peligroso pensar que van a cambiar, y mucho menos por
amor. La violencia intrafamiliar es la respuesta al mal manejo de las emociones
y la frustración. Y esta pandemia ha servido como detonante y mal justificante
para las personas que disfrutan expresar su estrés dañando a su propia familia.
Nuevamente reiteramos que no se debe “perdonar” ni mucho menos
justificar abusos, golpes ni maltratos, sea entre adultos o abuso infantil. En
el maltrato infantil es deber de los padres proteger su integridad, y de no
hacerlo se convierte el progenitor pasivo en cómplice del agresor.
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